EL SISTEMA DIGESTIVO

¿Cómo es el sistema digestivo?


Todas las partes del cuerpo humano que trabajan juntas para transformar los alimentos y los líquidos en el combustible necesario para el funcionamiento del organismo constituyen el sistema digestivo.

La digestión no consiste sólo en mezclar los alimentos con los ácidos estomacales en el estómago.

Durante la digestión se producen procesos químicos y físicos que comienzan en la boca con la ingestión y terminan al final del tubo digestivo con la excreción.

¿Cómo comienza el proceso de la digestión?


Cuando ves, hueles o incluso piensas en comer algo que te gusta, comienza el proceso de digestión.

En este momento, se empieza a formar saliva en la boca, que es el primer proceso de la digestión.

Cuando comemos, la saliva comienza el proceso de descomposición de las sustancias químicas de los alimentos. Esto ablanda la comida para que sea más fácil de tragar.

La saliva es un líquido que contiene enzimas que descomponen el almidón de los alimentos, que es la primera reacción química que sufren los alimentos.

La lengua es otro órgano del sistema digestivo que interviene en el proceso de la digestión. Una de sus funciones es desplazar los alimentos en la boca cuando masticamos con los dientes, formando una masa o bola de comida triturada y ablandada llamada «rumia».

Cuando hemos masticado y estamos listos para tragar, la lengua empuja la pulpa del alimento hacia la garganta. A continuación, entra en la abertura del esófago, que es la segunda parte del tubo digestivo.

Antes de que el alimento líquido o sólido llegue al esófago, hay que evitar que tome el camino equivocado y entre en los pulmones.

Por este motivo, una estructura de la tráquea llamada epiglotis se pliega, cerrando la entrada al sistema respiratorio y evitando el atragantamiento.

El esófago y su función en el sistema digestivo
El esófago es un tubo elástico, de unos 25 centímetros de longitud, cuya función es llevar los alimentos desde la parte posterior de la garganta hasta el estómago.

Cuando los alimentos entran en el esófago, los músculos de las paredes de este «tubo» se mueven con un movimiento ondulatorio.

Esto descompone los alimentos a medida que bajan por el esófago y llegan a la bolsa estomacal o al estómago. Este proceso dura entre 2 y 3 segundos.

Al final del esófago hay una válvula o anillo muscular, el esfínter, que permite que los alimentos entren en el estómago y luego se cierra para evitar que los alimentos y los líquidos vuelvan a entrar en el esófago.

El proceso digestivo en el órgano del estómago
Donde termina el esófago comienza el estómago, que es una «bolsa» elástica con forma de «J».

El estómago tiene tres funciones muy importantes:

Para almacenar los alimentos consumidos
Descomponer los alimentos en una mezcla líquida.
Vaciando lentamente este líquido en el intestino delgado.
Podemos imaginar que el estómago funciona como una batidora, mezclando y triturando todos los gránulos de comida que salen del esófago en trozos cada vez más pequeños.

El estómago es capaz de hacerlo gracias a los potentes músculos de sus paredes y a los jugos gástricos, que contienen ácidos y enzimas.

Además de descomponer los alimentos, los jugos gástricos también tienen la función de ayudar a destruir las bacterias que puedan estar presentes en los alimentos que ingerimos.

Más información sobre alimentación saludable: Dietética Ferrer

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