MÁSTILES

Mástiles: qué son y para qué se utilizan

Los mástiles son tubos cilíndricos alargados que se utilizan en las instalaciones de telecomunicaciones y son un elemento imprescindible para alojar cualquier tipo de electrónica o dispositivo que requiera de una estructura estable que le procure la altura suficiente para un funcionamiento óptimo.

Hoy en día estamos rodeados de dispositivos electrónicos por todas partes. Ya sea para la instalación de una antena parabólica, una antena TDT, cámaras de seguridad, paneles solares o incluso una farola, resulta fundamental la correcta instalación de un mástil de sujeción. De las estabilidad que aporte la estructura de sujeción dependerá el funcionamiento óptimo de la instalación electrónica o de telecomunicaciones.

En el mercado se pueden encontrar mástiles de muchos materiales, siendo más habituales los mástiles de acero, material que aporta robustez a la estructura. Además, los mástiles de acero permiten diferentes opciones de ensamblaje y colocación, aportando flexibilidad a la instalación.

El mástil debe ser una estructura robusta capaz de sostener cualquier objeto que se vaya a instalar en él, además, debe permitir al instalador un manejo fácil y eficiente tanto en el montaje como en el posterior mantenimiento de la instalación.

En el caso de los mástiles más utilizados en instalaciones de telecomunicaciones como soporte de antenas parabólicas o antenas TDT existen varios tipos, dependiendo de su estructura y el uso que se les vaya a dar:

  • Mástiles enchufables: Este tipo de mástiles son los más comunes. Fundamentalmente son tubos cilíndricos se embuten en un extremo para facilitar el correcto ensamblaje con el siguiente tramo. Tanto el extremo embutido como el otro poseen orificios para fijar los tramos una vez estén ensamblados. Existen tramos de diferentes longitudes, diámetros y densidades, dependiendo de los requerimientos concretos de la instalación. Los mástiles enchufables son los más comunes en instalaciones de antenas.
  • Mástiles telescópicos: Es un tipo de mástil donde los tramos van de mayor diámetro en la base a menor diámetro en la punta. Este tipo de mástil permite al instalador ganar altura, para poder conseguir una cobertura de señal óptima. Los mástiles telescópicos son empleados más comúnmente en instalaciones de telecomunicaciones dentro de ciudades, ya que se suele requerir una mayor altura para el correcto funcionamiento de las antenas. Este tipo de instalaciones se deben asegurar utilizando cables de viento y tensores.
  • Mástiles para torreta: Estos mástiles son lisos, es decir, no llevan ningún troquel para embutir unos con otros. Este tipo de mástil se instala en la parte superior de las torretas de telecomunicaciones, siendo el punto más alto de la estructura. En él se suelen instalar los antenas o elementos de radiodifusión. También los hay de diferentes longitudes, diámetros y densidades, según las necesidades de la instalación.

Cada instalación de telecomunicaciones o de dispositivos electrónicos en la que se vayan a utilizar mástiles poseerá unos requerimientos concretos. Es por esto que se deben conocer bien las exigencias geográficas y climatológicas, además de las proporciones y necesidades físicas del material que se va a instalar en el mástil, para decidir qué tipo de mástil para antena será el que mejor se adecúe a la instalación.

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