Cuestión de Tiempo: Esperas a la Luz de los Años.
Artista: Daniela Argüelles Gómez
“Observemos una estrella: cosa de espacio, cosa de luz y cosa de tiempo. Explosión continua. Concentrado –pero también estrellamiento−de tantos tiempos plurales (…) sé que esta luz me viene del fondo de los cielos, del fondo de los tiempos, sé muy bien cuál es su distancia contada en «años luz». Puede que la estrella que alumbra mi presente haya estallado desde tiempos inmemoriales. El instante, el momento breve de la aparición, siempre debe contar con la inmensa duración de la que surge y a la que pronto volverá”
Georges Didi Huberman, Estrella de los tiempos.
Este taller de creación se inspiró en las materias de estudio de dos espacios del campus que nos acogieron: el Planetario y Observatorio Astronómico; surgidos en la Universidad Tecnológica de Pereira para darse también a la ciudad como lugares de reflexión sobre los sistemas y el universo, expandiendo nuestra comprensión de aquello que “afuera” se percibe como un poderoso resplandor y “adentro” constituye un organismo complicado.
Partiendo de conceptos y fenómenos como las estrellas, los años luz, las rotaciones, revoluciones, el espacio y el tiempo; este laboratorio convocó una serie de ejercicios prácticos y conversaciones sobre la percepción, la distancia, los actos de memoria, las generaciones, los cambios y las persistencias, el saber, las promesas y proyectos de las épocas, la paciencia y los estados de espera, las explosiones, entre otras cosas; que se tejieron juntas en la creación de postales sonoras, como mapas de rutas por geografías infinitas que nos permiten nuevas maneras de entender la realidad e imaginar futuros donde siga siendo posible la vida en comunidad en este ecosistema planetario.
Los ejercicios se dividieron en tres momentos:
1. Años Luz, definiendo al fondo de la postal una unidad de medida propia para determinar la distancia; ¿A cuántos abrazos estás de mí?, ¿cuántos secretos nos acercan?; proponiendo después una traducción de las zonas de luz natural en fotografías de los álbumes familiares para reflexionar el misterio la permanencia y la solidaridad del presente con el pasado, que nos baña hoy –no sólo metafóricamente – con la misma luz que abrazó a quienes ya no están. Concluyendo con un ejercicio corporal que socializaba esos “Actos de memoria”, o gestos hondos que materializan el arrastre de duraciones inmemoriales; replicando los gestos heredados y describiendo lo que de ellos nos han contado otros, “igualito a su tío”, “ahí está la abuela pintada” …
2. Síntoma de tiempo diferente, donde la idea de un “Observatorio de generaciones” nos hizo conversar en torno a aquellas cosas que han cambiado y otras que han persistido. Preguntándonos específicamente ¿qué ha prometido el conocimiento a las épocas?, poniendo en común las “estrellas muertas” que, en las bibliografías de nuestros saberes, emiten todavía hoy una “luz viva”. Hablando entonces de autores, físicos, matemáticos, pedagogos, artistas, filósofos, que constituyen una constelación de legados supervivientes. Reflexionando así también sobre la paciencia y la relación de la espera con la esperanza.
3. Alumbrados por la revolución, movilizándonos al espacio del El Galpón, donde tradicionalmente han tenido lugar las asambleas de estudiantes en la UTP, soñando estallidos y revoluciones fundadoras de realidades nuevas. Aquí cada persona escribió una consigna libertaria, una estrella hoy naciente, a muchos años luz, para alumbrar noches mágicas de seres por venir.