Pensando Pensamientos COMER MÁS CUESTA MÁS (75)

Es claro que para comer más habrá que mercar más y, entonces, la comida costará más. Lo grave es que en la cultura alimentaria actual se come más de lo que el ser humano requiere para vivir bien. Esto, incluso se aplica a los pobres, que puede que no coman en calidad pero sí comen más de lo que llena y no nutre.

La empresa Viridian Credit Union de Iowa (EE. UU), lanzó un programa de salud para sus 500 empleados, en el cual aquellos que no tengan adecuados hábitos alimentarios y/o fumen, tendrán que pagar un costo adicional por sus servicios de salud.

Enfocándonos solo en el tema alimentario, comer más o desbalanceado trae graves consecuencias en la salud y especialmente problemas de sobrepeso y obesidad, lo cual hace que a estas personas les cueste más al servicio de salud.

Así como en Iowa, (el que coma más, pagará más por su salud), el mundo entero debería imitar esa medida, como una forma de crear conciencia en los hábitos alimentarios.

La pandemia del siglo XXI, la obesidad, ya superó en cifras la inseguridad alimentaria. Mientras los primeros son más de mil millones, los que sufren por subalimentación son 800 millones.

En Colombia tenemos que hacer grandes campañas contra los inadecuados hábitos alimentarios, porque además de comer de más, comemos muy mal.

El consumo de frutas y verduras es muy bajo, mientras que el consumo de aguas azucaradas y paquetes llenos de grasa, sal, azúcar y conservantes es muy alto.

Hoy la moda es de la comida rápida, yo me pregunto rápida para que, pues cuando vamos a un sitio de comida rápida hay que hacer cola para pedir, cola para pagar, cola para que le entreguen su comida rápida y cola para esperar una mesa. Lo único que la comida rápida, es rápida para causar problemas, enfermedades y para matar.

Apoyemos las campañas de buenos hábitos alimentarios. Lo más importante es que dichas campañas empiecen en el hogar, en cada casa, en cada restaurante, en cada tienda, en cada escuela y en cada supermercado.

 Prefiramos la comida que alimenta, no la comida que mata. Así, no solo ahorramos plata en mercado, sino especialmente en médicos y medicamentos.

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