Tu negocio necesita un superproducto irresistible

Voy a compartir contigo una de las estrategias que mejores resultados me ha proporcionado en mi trabajo como emprendedor: crear y vender mis propios productos. Un producto es una fuente de ingresos adicional para tu sistema de ingresos múltiples y pasivos. Si no tienes productos propios, puedes vender productos de otros en los que, por supuesto, creas al cien por cien.


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¿Qué productos puedes ofrecer a tu mercado? Se me ocurren varias categorías de productos, sin ser excluyentes entre si: Necesidades principales. Necesidades secundarías. Novedosos y originales. Antiguos pero rediseñados. Versiones mejoradas de anteriores. Personalizados al cliente. De temporada o estacionales. Tu negocio personal necesita un producto estrella, algo que mole, tu superproducto: la estrella de tu show en tu circo de tres pistas.

Ofrece el producto adecuado en el momento adecuado y para el público adecuado (el colmo de la sincronicidad). Para ello, deberás cubrir una necesidad antes que nadie, mejor que nadie, o de diferente manera que otros. Por supuesto, será imitado, pero mientras los demás se esfuerzan en imitarte tú ya está desarrollando la siguiente evolución: la 2.0, la 3.0… Cuando trabajaba en Bankinter, el banco más innovador del sector, me sorprendía que la dirección de la entidad no se molestase por ser el banco más imitado del país.


Al contrario, lo consideraban un cumplido y convivían con ello. Lo que ocurría era que el banco siempre conseguía dar un paso más allá en la innovación mientras los demás iban a rebufo. Para la competencia, imitarnos era en realidad una desventaja porque cuando se sumaban a la tendencia ésta estaba muy madura o agotada. Llegaban tarde. Como autor me doy cuenta de que soy imitado en el sector. ¿Me molesta? No, cuando el mercado examina sus propuestas, en cierto modo, ¡oye un eco de mi voz!, ¡son publicidad gratuita! Tampoco te preocupes si tienes competencia en tu mercado, en realidad es una buena señal, eso significa que hay mercado. Lo inusual es no encontrar competencia.

Cuando no hay competencia es que no hay mercado. ¡Sal rápido de ese «negocio»! Y cuando trabajes no lo hagas con un ojo puesto en lo que hace la competencia. Ve a lo tuyo o se te podría torcer la letra. Lo que cuenta es que mientras estás siendo imitado, tú ya trabajas en tu próximo proyecto novedoso que te coloca por delante. Como imagino que a estas alturas estás esperando algunas ideas para empezar tu propio negocio, te diré que lo mejor que puedes hacer al respecto es preguntarle a tu corazón qué anhelaría hacer, pero mientras llega la respuesta de tu corazón, aquí tienes una lista de fuentes de ingresos y negocios low cost para empezar.


Servicio de catering, chef a domicilio, instructora de cocina, diseñador de newsletters, redactor de memorias, asistente virtual, asistente personal, traductor, recogida de niños, coach para niños, infoemprendedor diseñador de webs, vendedor en Ebay, comercio on line, coach personal, doula, dar clases y conferencias, consultor de imagen, mánager, entrenador de mascotas, paseador de perros, asistente personal de compras, diseñador de jardines y paisajes, terapeuta, diseñador de presentaciones power point, diseñador gráfico, organizador de eventos, publicidad en blogs temáticos, organizador de fiestas para niños, outlets, alquilar el piso como despacho en horas laborables, ingresar en programas de afiliados en Internet, «quality rater» para Google, mentor, consultor, escritor por encargo, lector editorial, asistente de contenidos… ¿Trabajos raros?, tal vez, pero te aseguro que algún día sólo existirán «trabajos raros», así que encuentra tu rareza cuanto antes. Por ejemplo, una mujer llamada Debra Fine se inventó su actual profesión (consultora de conversaciones triviales o small talk).
Ella se dio cuenta de que ciertas personas son incapaces de arrancar una conversación y romper el hielo; y como ella es muy extrovertida aplicó su talento a cubrir esa necesidad. No sé si es un «trabajo» o no, la cuestión es que tiene clientes y gana dinero con lo que le gusta. Cuando alguien me dice que no sabe a qué dedicarse, casi no lo puedo creer, ¡hay tantas cosas por hacer en este mundo! Y no dejan de crecer. Surgen nuevas ocupaciones que son la combinación de otras va existentes ¡Haz un cocktel de trabajos! La opinión del experto: «Muchas de mis mejores ideas para empezar negocios nuevos provienen de conversaciones con gente, u oír algo casi de pasada. El verdadero emprendedor nunca tiene su antena en modo apagado». (Richard Branson).
Si tomamos en consideración los productos se pueden clasificar en cuatro categorías principales: 1. Productos «incógnita»: Cuando se trata de un nuevo producto nadie sabe a ciencia cierta qué éxito tendrá. Al principio de su vida, todo producto es una incógnita y el único modo de salir de dudas es testarlo haciendo pruebas o tirarse a la piscina y salir al mercado.

  1. Productos «estrella»: Si ya se ha alcanzado una buena posición en el mercado por su crecimiento, el producto se llama «estrella». Sin embargo, no necesariamente un producto estrella genera aún beneficios y el reto consiste en convertir el producto en un producto «vaca».
  2. Productos «vaca»: Cuando el negocio personal ya ha logrado una posición competitiva en su mercado, llegan los ingresos y el emprendedor recoge los frutos; es decir: «ordeña su vaca».
  3. Productos «perro»: Si se trata de un producto de lento crecimiento es un producto «perro» (sin ánimo de ofender). Debido al lento crecimiento, el producto consume unos recursos que podrían dedicarse a otros productos más rápidos. Es el momento de plantearse si seguir con el producto o sustituirlo. ¿Tienes más perros que vacas?, ¿más incógnitas que estrellas? Lo importante es saber cuándo entrar en un negocio y cuándo salir.

  • La persona promedio se suma a tendencias agotadas cuando es justo el momento de salir. Las consecuencias de esta falta de visión son catastróficas: algunos (francamente bastantes) empiezan un negocio que ya no es un negocio. ¿Cuándo es el momento de hacer algo diferente? Cuando todo va bien, porque cuando las cosas van mal nadie puede pensar ni concentrase en nada. Prestemos atención a Sir Richard Branson, consejero delegado de Virgin Group, cuando dice: «Todo nuevo producto o servicio que ofrece el grupo Virgin debe (1) ser de la mejor calidad, (2) proporcionar una utilidad valiosa, (3) ser innovador, (4) desafiar radicalmente las alternativas existentes y (5) proporcionar diversión». En resumen, busca un superproducto en el que creas ciegamente, promociónalo, y conviértelo en una vaca lechera.

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