Escoger los mejores abogados para juicios rápidos por alcoholemia

Muchas personas llegan a cometer faltas legales o delitos simplemente por desconocer la estructura de la ley en cuestión, y la verdad es que resulta realmente complicado que un ciudadano particular que poco o nada tiene que ver con el ámbito legal se mantenga al tanto de cualquier elemento legal de interés.

 Los juicios legales por algún inconveniente relacionado con la alcoholemia son más comunes de lo que cualquiera pudiera llegar a pensar precisamente porque muchas personas desconocen que están cometiendo alguna falta legal que amerita cualquier tipo de sanción por parte de la ley.

Inclusive más personas de las que reflejan las estadísticas se enfrentan ahora mismo a un juicio por no soplar en delito de alcoholemia, es decir por negarse a realizar la prueba rápida de alcoholemia cuando algún oficial capacitado lo solicitara, llegando de esta forma a incurrir en una doble falta si se comprueba posteriormente la presencia de alcohol en la sangre. 

Si estás en esta posición o es el caso que enfrenta algún conocido o familiar, quizás sea demasiado tarde para recapacitar y dar marcha atrás para tomar en consideración el acceder a la prueba y evitar dicho problema, por esto desde el ámbito legal se recomienda nunca negarse a soplar en esta prueba cuando se le solicita.

Lo mejor que puedes hacer ante cualquier tipo de solicitud legal es cumplir con esta sin ningún tipo de excusas, incluso cuando se trata de una prueba de alcoholemia rápida que sabes que no podrás superar, incluso si eres reincidiendo en esta falta pues el código penal establece una reprimenda legal que puede resultar mucho peor de lo que sería a simplemente cumplir con las sanciones que competan a la primera falta que sería conducir bajo influencias del alcohol, caso en el cual se deben cumplir con las exigencias de los funcionarios siempre que estas estén dentro de lo legal.

Esto quiere decir que desde el punto de vista penal resulta mucho más rentable para quien incurre en el delito soplar en la prueba de alcoholemia de forma voluntaria para evitar problemas legales mayores. El código penal establece sanciones específicas para este tipo de casos, por lo que si una persona se niega a soplar deberá cumplir con un castigo penal ante dicha negativa, en primera instancia se revoca el permiso de circulación vehicular de uno a cuatro años dependiendo de los hechos, del mismo modo en caso de una persona reincidente o que involucre algún siniestro, daños en la vía pública, exceso de velocidad entre otros, puede resultar en pena de cárcel de hasta seis meses a un año.

Expertos profesionales en diversas ramas del derecho como JR Abogados cuentan con los especialistas mejor capacitados para tomar este tipo de caso en sus manos de la mejor manera posible. 

Es importante que cuentes con el apoyo y soporte legal adecuado desde el primer momento para evitar incurrir en cualquier otro tipo de falta o delito que pueda extender el proceso legal, así como también el tipo y número de sanciones, el entorno legal es en extremo delicado y cada movimiento debe ser ejecutado de forma metódica, una mala jugada puede ser la clave entre el resultado más conveniente y el peor.

¿Qué es el delito de daños?

Desde ya es de vital importancia explicar que el delito de daños se consuma directamente cuando se destruye o en su defecto cuando se damnifica un bien mueble o inmueble que no es de nuestra propiedad y esta ley está tipificada en el Código Penal, justo en los artículos 263 a 267, artículos dónde claramente se regulan los delitos contra la propiedad y el patrimonio personal.

En fin, un delito de daños ocurre cuando una persona llega a provocar un destrozo en un bien ajeno disminuyendo en este caso su valor económico o haciendo que este ya no valga nada, en este punto cabe mencionar, que normalmente el castigo va en función del valor de las cosas, ya que no es lo mismo pinchar una rueda de un coche, que quemar un vehículo por completo, pero de igual forma esto quiere decir que si una persona destruye algo que no es de su propiedad podría ir a juicio por delito de daños y es aquí donde esta persona necesitará hacerse de los servicios de un buen abogado especialista en delitos de daños, esto con el fin de salir bien librado de este juicio, o sí el caso es grave para que la sentencia sea mínima.

En este punto tengan en cuenta que existen varios tipos de delitos de daños, el primero es el tipo básico de delito de daños, este para los que no lo saben está contemplado directamente para los daños en la propiedad ajena que de una u otra manera no estén comprendidos en otros títulos del Código Penal, artículo 263.1.

En este tipo de delito según tanto la condición económica de la víctima como el grado de daño generado, se castiga al responsable del daño con una multa de 6 a 24 meses.

Luego está el agravado del delito de daños, el cual se regula en el artículo 263.2 del Código Penal y cabe aclarar que en este caso su pena es de 1 a 3 años de prisión y así mismo una multa de 12 a 24 meses. En este tipo de delito agravado se tienen en cuenta varios daños, como el impedir el libre ejercicio de la autoridad, como el provocar la infección de ganado, como además que se llegue a emplear el uso de sustancias venenosas o en su defecto corrosivas, como el arruinar al perjudicado o incluso el ponerlo en una situación económica grave, o afectar de alguna manera intencionada los bienes públicos, y claramente el ocasionar daños graves que afecten a los intereses generales.

Por último está el tipo atenuado del delito de daños, el cual está considerado más que todo como un delito leve para daños que no excedan los 400 euros, por lo que en este caso solo se impone una multa de 1 a 3 meses.

En este caso también es importante mencionar que existen de igual manera delitos por daños informáticos, y aunque no lo crean este es un delito que se encuentra en el artículo 264 del Código Penal, y este se comete justo cuando una persona sin permiso alguno y por cualquier medio, como de manera grave llega a borrar, dañar, deteriorar, alterar, suprimir o hacer accesible la información, programas informáticos o simplemente los documentos electrónicos de terceros.