Pensando Pensamientos COMER OLORES (74)

En un festival internacional de cine, en Suecia, se hizo el estreno mundial de un documental donde se muestra cómo en Bolivia la multinacional de comidas McDonald´s, tuvo que cerrar todos los restaurantes que había abierto en nuestro vecino país.

La explicación no está dada por estrictas normas sanitarias, ni por la decisión de un gobierno, ni mucho menos porque la gente protestó porque fueran estadounidenses.

McDonald´s quebró en Bolivia, simplemente porque los bolivianos demostraron el amor y el cariño a través de la comida. La comida es un reflejo de la cultura de cada región y de cada provincia boliviana.

A McDonald´s lo sacó la cultura boliviana de sus sabores fuertes, la cocina lenta, la cocina familiar, la cocina regional; porque cada región o provincia en Bolivia tiene sus sabores, olores y colores propios. “Más costosa, menos gustosa y menos sabrosa a mi paladar, no se le impone ni como, ni cuándo”, dice la banda sonora que usaron contra la comida de McDonald´s

 Impulsemos la comida local, los sabores locales, las cocinas locales; esa sazón y ese guiso tan propios de nuestras madres y nuestras abuelas.

Resaltar los olores es resaltar las regiones. Descubramos nuevamente el olor a menta, miremos dónde está el mejor poleo y dónde rescato el cilantro cimarrón.  O algún valluno concibe su sancocho sin cilantro cimarrón?

Comer por olores nos llevará a la huerta a traer el tomillo o a rescatar el achiote y en esta búsqueda lograremos hacer de la comida y de su preparación todo un evento. Una ocasión donde el tiempo es importante pero por lo largo, porque nos hace volver a añorar la cocina lenta, la cocina de largas conversaciones en familia.

Colombia huele a comida, la costa huele a pescado frito y boyo e yuca, Santander huele a pepitoria y cabrito, Antioquia huele a frisoles con arepa. La sabana cundiboyasense huele a ajiaco, Pasto huele a cuy, el Choco huele a encocao de ollita y mermelada de Borojo, Huila y Tolima huelen a lechona y tamal, Amazonas huele a chicharon de piraricu, los llanos huelen a mamona y todo el país huele a comida sabrosa y típica comida

La lección para Colombia, de este suceso, es que nosotros tenemos muchos sabores, olores y colores regionales.

Aquí tenemos tantas cocinas como regiones y si impulsamos lo propio, lo regional, lo local, lograremos también desarrollo local.

Cuando compramos y comemos lo nuestro, generamos más riqueza para nuestro barrio, municipio, departamento y, especialmente, para nuestro tendero y nuestros campesinos.

Deja una respuesta