Nunca había tenido tantos problemas para montar y dictar una charla que no desoriente demasiado. Nunca antes había tenido tanto miedo de hacer el ridículo, solo dos cosas me han permitido pararme hoy ante ustedes; la primera es que siempre me ha caracterizado la osadía y no me importa hacer un oso al día si logro mi objetivo y la segunda, es que tengo la esperanza que con esta corta elucubración logre motivarlos para que entre todos podamos construir un esquema, no un modelo, que permita marcar el rumbo que el desarrollo rural que nuestro país deba seguir.
Un país tropical con sol, agua y biodiversidad en abundancia, con buenos suelos, localizado en la mitad y en el centro del planeta, como lo demostró Arnold Peters con su nuevo mapa, tan extenso y con tan poca densidad de población (Japón 110.000 Kms2 y 135 millones de habitantes) y con una gente maravillosamente ingeniosa y creativa, tiene que poder salir adelante, así como los tigres asiáticos, con mucho menos pudieron hacerlo.