Sin importar lo pequeña o grande que sea, la creación de página web atractiva y funcional depende, en gran medida, de su infraestructura. De esta forma, el alojamiento representa el corazón del proyecto.

La falta de atención a esta parte del proceso equivale a comenzar a construir una casa sobre bases vulnerables. Solo la contratación del mejor hosting Colombia garantiza la seguridad, confiabilidad y rendimiento frente ataques maliciosos, caídas del servidor y muchos otros dolores de cabeza.

¿Qué es exactamente el hosting y cómo funciona?

Básicamente, el alojamiento web se refiere al servicio que permite almacenar los archivos y hace posible subirlos a Internet. Debido a que el servidor contiene cada uno de los elementos que conforman una página web, cuando los usuarios introducen el nombre del dominio en su navegador, en realidad se dirigen a la unidad de almacenamiento en la que reposa el contenido.

Atendiendo a ello, el hosting presenta una dirección digital única, la cual se denomina dirección IP, que brinda acceso solo con escribir el nombre del dominio en el navegador.

En este sentido, una vez que el usuario ingresa una dirección, su dispositivo establece comunicación con el servidor donde se aloja la página, el sistema automatizado devuelve los archivos que hacen falta para visualizar el contenido al visitante.

¿Cuál es la importancia real de un buen hosting?

El servicio de alojamiento web consiste en alquilar un espacio en un servidor para almacenar los archivos y datos de nuestra página. De esta forma, el proveedor de hosting se convierte en pieza clave para la accesibilidad y rendimiento, por tanto, influye en el nivel de calidad de la experiencia de los usuarios.  

Los servicios fiables garantizan la disponibilidad durante las 24 horas del día y optimizan los tiempos de carga. Asimismo, permiten ofrecer imágenes de alta definición y un entorno seguro gracias a la disponibilidad de funciones avanzadas que brindan protección frente a ciberamenazas.

Por otra parte, los mejores proveedores reconocen que nada es perfecto, e incluyen servicios de copias de seguridad que respaldan el contenido en caso de fallas en el servidor. 

El hosting no es el nombre de dominio

Aunque ambos conceptos guardan relación entre sí e influyen a la hora de brindar accesibilidad a los usuarios, es importante entender que el hosting y el nombre de dominio son dos elementos diferentes.

Mientras el primero se enfoca en el almacenamiento de los archivos dentro de un servidor para su posterior distribución a través de Internet, el segundo corresponde a la dirección online de la página, o lo que es igual, el nombre que los usuarios introducen en el navegador al momento de realizar una búsqueda.

Si bien es posible adquirirlos por separado, la recomendación es simplificar el proceso y contratar proveedores que ofrecen alojamiento gratuito en la nube y la posibilidad de crear un nombre de dominio personalizado.

¿Cuál es el mejor tipo de hosting?

La elección de un alojamiento web u otro depende de las necesidades y los planes que tenemos para el futuro. De igual modo, la decisión está condicionada a ciertos aspectos básicos, entre ellos, el tamaño del sitio web, el tráfico que pretendemos recibir y los niveles de escalabilidad. 

Asimismo, es fundamental conocer bien el funcionamiento de cada una de las opciones que encontramos en la actualidad:

Hosting compartido

Esta modalidad implica que debemos compartir los recursos con otros sitios web, desde el espacio de almacenamiento, hasta la capacidad de procesamiento y el ancho de banda.

Se caracteriza por ser el servicio más económico del mercado e idóneo para los emprendimientos o proyectos pequeños. En contraposición, el incremento excesivo del tráfico de alguno de los sitios alojados en el servidor, así como algún problema, compromete el rendimiento de todos   

Hosting VPS

A diferencia del anterior, el servidor virtual privado implica compartir el alojamiento, pero no la totalidad de los recursos. Esto significa que contamos con una parte del servidor físico y recursos propios, lo que, a su vez, reviste en mayor control, incremento de la velocidad, mejor rendimiento y más fiabilidad.

Por norma, es la elección adecuada de quienes han agotado la capacidad de almacenamiento de su hosting compartido, pero aún no están listos para un servidor exclusivo.

Hosting cloud

Como lo indica su nombre, el hosting en la nube corresponde al alojamiento dentro de la red de servidores virtuales y no en un único servidor físico. Su principal particularidad es la oportunidad de jugar con la cantidad de recursos en función de las necesidades de nuestro sitio web.

Representa la solución indicada para las páginas que tienen notable tráfico intencionalidad.

Hosting dedicado

Tiende a ser la opción ideal para los sitios web que reciben miles de vistas diarias, ya que plantea la disponibilidad de un espacio digital exclusivo. En un hosting dedicado solo nuestra página estará alojada en el servidor.

Por ello, contamos con todos los recursos y el control total a la hora de configurar las funciones, el sistema operativo e incluso los protocolos de seguridad. Su única pega radica en que es el servicio más costoso y requiere conocimientos técnicos especializados para su gestión. 

Consejos para elegir un buen servicio de alojamiento web

La búsqueda del alojamiento perfecto requiere de dedicar tiempo a comparar las características que ofrece cada proveedor. Entre los factores claves que garantizan una contratación informada sobresalen:

• La fiabilidad del servidor, el historial de tiempo de actividad debe ser sólido, además de ofrecer servidores distribuidos y redes CDN.
• Verificar la presencia de funciones de seguridad, entre ellas, certificado TLS, cortafuegos y escaneo de malware. De igual forma, debe brindar copias de seguridad y proteger frente a la denegación de servicio (DoS) y el phishing.
• Prestar atención a las especificaciones de hardware del servidor, ya que de ellos depende la velocidad de carga que pueden garantizar. 
• Disponibilidad de planes que permitan incrementar la cantidad de recursos, de lo contrario, es imposible que se ajuste al crecimiento que pueda experimentar nuestra web.