Pensando pensamientos quiere proponerle a la Real Academia de la Lengua Española, que cambie la definición de comida y alimentos, que actualmente son sinónimos, por dos conceptos en los que se diferencie que comida es la ingesta de productos que el ser humano y los animales, toman para subsistir, y alimento es la ingesta de productos adecuada, suficiente, balanceada y, en especial nutritiva, que tomamos para un bienestar.

Estamos convencidos que si tenemos clara la diferencia entre comer y alimentarnos, se fortalecerán las campañas que nos invitan a los buenos hábitos alimentarios.

Desde pensando pensamientos queremos recordarles, desde este país frutical que es Colombia, que tenemos que cambiar los portacomidas, por porta alimentos para disfrutar en la oficina, el colegio y la universidad.

“Alimentos del alma”, “alimentos del espíritu”… decimos cuando algo es realmente bueno. Así mismo los alimentos tienen que ser algo bueno para el cuerpo pues, además de nutrir, tienen que lograr balancear nuestro cuerpo y nuestra fisiología de manera que funcione ordenadamente.

Por lo anterior, proponemos utilizar productos de la tierra; no usar saborizantes, conservantes, edulcorantes, estabilizantes u otros productos de síntesis química, muchos de los cuales, además de ser científicamente comprobados como dañinos, se siguen utilizando.

Por eso en la cocina de nuestra casa no se deben utilizar sopas empacadas, ni caldos de sustancias, ni aguas carbonadas (gaseosas, refrescos, etc.), ni toda esa comida preparada y pre cocida que tanto se ve en los supermercados.

Nuestra invitación a todos los responsables de la alimentación en los hogares es a que no compren nada que diga en los empaques sus contenidos nutricionales. Que sean el color, el olor, la textura y el sabor de los productos que vamos a cocinar los que nos digan que son buenos para comer.