Pensando Pensamientos Arbóreos (2)

Colombia importa anualmente cerca de 2 millones de toneladas de maíz (Zea mays) con las cuales se fabrica concentrado para animales. Gracias a esto somos autosuficientes y hasta exportamos carne, huevos y leche.

En un país tropical con sol todo el año y buena parte de su área en tierras en ladera, podríamos dedicarnos a la agricultura arbórea, secar sus hojas y frutos para fabricar concentrados, y así ahorraríamos esos dólares que nos gastamos importando muchos cereales, entre ellos el maíz.

El chontaduro (Bactris gasipae) contiene 22% de proteína; el chachafruto o balú (Erythrina edulis) contiene entre 8-10% de proteína; el matarratón (Gliricidia sepium), el quiebrabarrigo o cajeto o naranjillo o beque pau santo (Trichantera gigantea); el Guandúl o chícharo o cachito (Cajanus indicus), son arbustos nativos con altas producciones de forraje por hectárea. Como si fuera poco, tenemos plantas como el botón de oro (Tithonia diversifolia) con el 28% de proteína, y el clavellón, cayena o pavonia (Hibiscus sp.), muy utilizado en Centroamérica para alimentación de animales. Además las pasturas que sobran en invierno, al igual que el pasto de podas de parques y jardines, bien podrían secarse a fin de producir materia prima para concentrado de animales.

Colombia, que tiene sol todo el año, ha secado 16 millones de sacos de café (más de 1 millón de toneladas) de los cuales más del 80% se secaron al sol en casaeldas y en techos plásticos.

Con estos antecedentes, se puede afirmar que tenemos todo lo necesario para impulsar una agricultura arbórea que produzca concentrado para reemplazar importaciones.

Este “pensando pensamientos” va dirigido a los estamentos del Gobierno relacionados con el tema, para que impulsen la agricultura arbórea; a los industriales de los concentrados, para que compren la materia prima, y a los agricultores para que la cultiven.

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