CALIENTA S.A.

Según la Organización para la Alimentación FAO, en el 2009 habrá 1.020 millones de subnutridos en el mundo, es decir uno de cada seis habitantes del planeta (16%).

Según la FAO esto es debido a la crisis económica que hoy atraviesa el mundo, y los altos precios de los alimentos que se empeñan en mantenerse altos.

Lo grave del problema es que además de las muchas causas que se le han dado a este problema, actualmente tenemos que agregar otra, el cambio climático.

No existe ninguna duda que uno de los afectados con el cambio climático será el sector rural, lo que ocasionara más escasez de alimentos, esto a su vez originará alza en sus precios y esto como consecuencia más hambres y más muertes por hambre. Es claro el cambio climático, calentara la seguridad alimentaria, por eso el nombre de esta charla “CALIENTASA”

El cambio climático afectará sin duda el sistema alimentario mundial, nacional, regional, rural y familiar. Esto como resultado del cambio climático sobre la adaptación de la tierra a diferentes cultivos, a su productividad, al aumento en plagas y enfermedades,  la escasez de agua  para riego, al aumento de la salinidad y además en la pérdida de biodiversidad animal y vegetal como consecuencia del aumento de temperatura.

Esta afectación rural hará más pobres a sus habitantes, que hoy son el 68% mientras en lo urbano son el 42%.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) asegura que el sector agropecuario pagará caro el impacto del cambio climático, a menos que se contrarreste la degradación y desertificación de los suelos.

Según Mannava Sivakumar responsable del programa de agricultura de la OMM en el 2020 (dentro de 11 años) se calcula que la población mundial será de 8.200 millones de habitantes.

La pregunta entonces es ¿cuánto mayor será el problema de seguridad alimentaria, de desnutrición y de muertos por escasez de comida a causa solo del cambio climático?

El problema es de conciencia, la sociedad contemporánea se ha liberado de la carga de cultivar, cosechar e incluso de preparar el pan de cada día a cambio de pagar solo por ello.

Pero las fuertes alzas del costo de los alimentos es una llamada de atención a la humanidad, ya vimos como entre el 2005 y el 2008 se triplico el precio del trigo y del maíz y se quintuplicó el del arroz.

Lo perverso del alza no es el hecho de que los alimentos sean más caros para la clase media y alta que tienen forma de solucionar el problema, lo perverso son los millones de seres humanos que pasan de pobres a pobres absolutos y lo más perverso son las miles de pobres absolutos que por causa del hambre mueren cada día en el mundo.

El aumento de los precios de los alimentos es la última señal de que la demanda sobrepasa la oferta, es decir no hay alimentos suficientes. Lo grave de esta agflación, es decir inflación alimentaria, es que afecta con más fuerza a los millones más pobres del planeta que se gastan entre el 50% y el 70% del total de sus ingresos.

Al parecer hoy, a pesar de los éxitos alcanzados por la revolución verde, que fue tan eficiente en aumentar la producción agrícola en la primera mitad del siglo XX (más no logro reducir el número de hambrientos), parece no existe la posibilidad de que una nueva revolución agrícola que logré desvirtuar la teoría de Robert Malthus, quién en el siglo XVIII predijo que la cigüeña le ganará al arado, haciendo referencia a que la tasa de crecimiento del ser humano superaría el crecimiento de alimentos.

Si a este crecimiento poblacional, le sumamos que las dos nuevas potencias mundiales China e India con gran capacidad de compra, hoy cuentan con más de 2.200 millones de habitantes.

Que pasará cuando los chinos decidan comer mas carne de cerdo (una de sus comidas favoritas) cuando hoy apenas consumen el 40% de lo que consumen los estadounidenses.

Ahora a quién afectara más duro el cambio climático, sin lugar a dudas serán las regiones que tienen menos capacidad de adaptarse, en cuanto a recursos naturales, físicos, humanos y aquellos que estén más expuestos a cambios climáticos extremos y estén en zonas más vulnerables.

En general los países desarrollados hoy tienen problemas de tierras productivas y exceso de gente en su territorio, además de ser países no tropicales, lo que significa tener sol solo la mitad del año.

Los países árabes, algunos asiáticos y gran parte de África tienen el grave problema de carecer de agua, y de tener pocos suelos aptos para la agricultura o en el extremo caso de carecer por completo de recursos, de tecnología etc., como el África subsahariana.

Mientras el calentamiento global es un problema para casi todo el mundo, para América Latina y en especial para Colombia, es la gran oportunidad de poderle vender comida al mundo y así lograr el desarrollo.

Los países desarrollados hoy están buscando agua, tierra y sol, veamos unos ejemplos:

Mientras Francia hace unos años compro las montañas de un país africano para asegurar abastecimiento de agua. Asia, China y los árabes, miran con codicia a África y a América Latina en busca de tierras para comprar, ya una multinacional coreana ofreció alquilar por 100 años toda la tierra cultivable de Madagascar, en Paraguay la muerte de un agricultor que no quiso vender su tierra a una multinacional, hizo que este país sacara una ley que prohíbe vender tierra a extranjeros, Uruguay hizo lo mismo y Brasil ajusto sus normas para ser más equitativo el negocio. China ha suscrito convenio con Brasil para que le produzca la soya que por millones de toneladas consumen los chinos.

Hoy la Unión Europea tiene un proyecto que vale 400.000 millones de euros, con el cual pretenden cubrir 90.000 km2 ( un   área similar a la de Portugal) del desierto del Sahara, con paneles solares para adquirir la energía que hoy les falta.

Lo que no queremos entender en Colombia es que agua, tierra, y sol es lo que tenemos para dar y convidar. Tenemos mucho más de lo que necesitamos para el consumo interno.  Además tenemos biodiversidad animal y vegetal, mano de obra y conocimiento que junto al agua, tierra y sol son casi el 80% de los factores de producción agropecuaria.

Que no se nos olvide que el área de Colombia es de 2.070.408 km2 de los cuales 928.660 km2 son superficie marina, además tenemos 2 costas con 2.900 km2   de playa, 17.000 km de ríos y 2.600.000 hectáreas de lagos y lagunas.

Con la sola riqueza de agua dulce deberíamos ser potencia mundial en piscicultura tropical, que no se nos olvide que los peces convierten en carne 1.5, 2.0 y 2.5 veces más eficientemente el concentrado que gallinas, cerdos y vacas.

Tenemos 1.141.748 km2   de área continental, en un territorio que no es montañoso como nos han querido hacer creer, el 63% de nuestro territorio son valles y llanuras. 1.141.748.000 km2 habitado por solo 43 millones de habitantes, Japón con el 10% de nuestra área (75% de esta montañosa) alberga 135 millones de japoneses.

Queda demostrado que tierra y agua tenemos más de la que necesitamos, luego viene el sol, la energía que convierte en clorofila, todo lo verde que tiene el planeta. Tenemos sol ecuatorial (cae perpendicularmente) mientras mas de medio mundo solo tiene sol la mitad del año. El sol además de generar energía también produce comida.

Otro factor que nos sobra es la sabiduría y el conocimiento de cómo cultivar y manejar la tierra, esta la tienen los agricultores.

Otro de los factores de producción agropecuaria es la biodiversidad y en esto sí que somos ricos, unos pocos ejemplos de nuestra biodiversidad: 3.200 variedades de fríjoles, 6.500 variedades de yuca, de  estas 6 variedades perennes, que dan yuca más de 15 años, 16 malezas de la zona cafetera comestibles por el ser humano, 6 de las 21 variedades del jerre-jerre, mulito, gurre o 7 sabores, con una exquisita carne con 29% de proteína(la carne de bovino solo el 18%)  y que tiene lepromina, única cura natural contra la lepra, tenemos tortugas como la del género Podocnemis  que producen 25.000 kg por hectárea (si las criáramos en zoo criaderos), 400 veces la carne que produce la ganadería de la Amazonía colombiana.

El último factor de producción es la mano de obra, 11 millones de campesinos es el 25% de la población del país (EEUU solo tiene el 5% de la población rural).

Un campesino que tenga tierra, agua, sol, biodiversidad, conocimiento y mano de obra no pueden tener hambre. Si ese campesino tiene un eje económico principal que le produce café, papas,  leche o alquila la mano de obra, que le generan ingresos, puede no gastarse gran parte del 50 al 70% de sus ingresos en comprar comida, simplemente ese no gasto, ese no egreso, que los economistas lo llaman “ingreso imputable” , además de no gastarlo en lo que la finca les puede dar, les sirve para mejorar su negocio principal comprando abonos, equipos o dándole mejor bien-estar a su familia.

Tenemos la solución para el 25% de la población colombiana, la rural, que es la más pobre del país, además estos pequeños productores no solo solucionan su problema de comida, sino que mueven la economía local.

Si a esa tierra, agua, sol, biodiversidad, conocimiento y mano de obra, le agregamos voluntad política, podremos en nuestros valles y llanuras producir con agricultura empresarial los alimentos que tanto necesita y muy pronto más necesitará el mundo.

No evaluemos ni calculemos el impacto que generará en Colombia el cambio climático, calculemos el daño que causará en Europa, África y a los países donde es escasa la tierra, la mano de obra, el sol y el agua y entonces sabremos que el cambio climático los afectará a ellos muy duro en la producción de alimentos, entonces nosotros les venderemos comida y así la crisis del mundo será la gran oportunidad de Colombia.

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