Pensando Pensamientos Occidentales (51)

La obesidad, es la cultura del siglo XXI. Hoy todo se permite para que los humanos sean de grandes proporciones, para que tengan sobrepeso.

Permitimos que los fabricantes de comida agreguen cualquier cosa a los alimentos para que sepan bien, y en especial, para evitar la sensación de llenura.

Todo subió, todo aumentó; la talla diez de una mujer de hoy, corresponde a la talla catorce de 1940. Los colchones se reforzaron para resistir más peso, las sillas se hicieron más resistentes, las aerolíneas aumentaron el límite de peso de sus pasajeros y gastan por esta razón US$275 millones más que lo que gastaban en 1990. Lógicamente, los ataúdes se volvieron más grandes, al igual que los hornos crematorios.

Hoy se le rinde tributo a la obesidad. En 2010, la película más taquillera tiene una obesa como protagonista. En Colombia, la obra de teatro “La Gorda” es el éxito de la temporada. En Inglaterra, un show musical de talentos, se lo gana una desconocida obesa con una increíble voz.

Todo lo anterior, trajo como consecuencia la pandemia del siglo XXI: la obesidad, responsable de las cuatro enfermedades que más muertes ocasiona (diabetes, infarto, cáncer y cardiopatía coronaria).

La comida occidental logró crear nuevos grupos étnicos; ya no somos franceses, japoneses, italianos, africanos o colombianos. Hoy los nuevos grupos étnicos, clasifican la gente por enfermedades. La gente dice: yo pertenezco al grupo de diabéticos, el otro a los hipertensos, el de más allá al de los cardíacos, otro es de los obesos desnutridos, y la mayoría, somos simplemente obesos, es decir, unos gordos cualquiera o unos pobres gordos.

Los que pertenecemos al grupo de los gordos, solo nos cabe la satisfacción de ser el grupo más numeroso del planeta, ya alcanzamos y sobrepasamos sin mucho esfuerzo a los desnutridos. Los obesos somos más, mucho más, no solo en cantidad, somos más mucho más pendejos, pues al no cuidarnos en la comida en cuanto a cantidad y calidad nos sometemos a todo tipo de inconvenientes, de problemas de salud de discriminación y como si fuera poco todo nos cuesta más: la ropa, la comida y hasta el día que nos entierren el ataúd será más grande y por lo tanto costara más.

¿Qué nos pasa?… ¿A qué jugamos?… ¿No nos damos cuenta que la gordura no es accidental, lo que pasa es que la dieta occidental es accidental. Es experta en accidentes cardiacos, diabéticos, respiratorios etc. Que nos pasa a los occidentales, porque no copiamos la dieta oriental que es más sana.  ¿Qué nos pasa? ¿A qué jugamos?

Piensa, reflexiona y actúa.

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