De un millón ochocientas mil especies descritas en todo el planeta, el 9% (1.8 millones), son especies marinas, pero se cree que en el mar podría haber hasta diez millones de especies no clasificadas.

Cerca de mil millones de personas dependen de la pesca para obtener el 30% de su aporte proteico.

La captura desperdiciada de peces (sin contar mamíferos, tortugas y aves marinas) llega al 25% de las capturas anuales. Como si fuera poco, el 30% de peces capturados se utiliza para hacer concentrado para la alimentación animal y un tercio de la humanidad aguantando hambre.

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Hablar de leche en la alimentación nos obliga a hablar de la leche materna, no sólo por ser el alimento más completo que pueda recibir un ser vivo, sino además por los vínculos y valores que crea en el hijo y en la madre.

La leche materna es un excelente alimento, limpio, seguro y sostenible. Además de contener agua, tan importante en una dieta sana, contiene azúcar, proteína, nutrientes y anticuerpos que protegen al niño de enfermedades frecuentes en esos primeros meses de vida como la diarrea, las alergias y las infecciones respiratorias.

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Por qué no se pregunta ¿cuánto cuesta conducir el agua del campo a la ciudad, de la ciudad al barrio? ¿Cuánto cuesta conducirla al piso dónde vives? También pregúntese ¿cuánto vale tratar el agua? ¿Cuánto cuesta facturarla y cuánto cuesta cobrar esa factura?

La verdad no sabemos, ni vamos a averiguarlo y menos contratar un estudio para que dos expertos digan que vale cincuenta o que vale cien. Lo claro es que cada litro de agua que sale por nuestro grifo cuesta y lo otro claro es que es agua tratada.

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Nuestro planeta Tierra debería llamarse planeta agua, en razón a que el 71% es agua y solamente el 29% es tierra. Y además, la tierra está llena de páramos, nevados, ríos, lagos, lagunas, humedales, jagüeyes, ojos de agua, nacimientos y hasta piscinas llenas de agua. ¿Por qué no llamarnos planeta agua? Cuando llevamos años y años buscando agua en la luna, en Marte y en…

Nuestra Colombia debería llamarse “Agualombia” en razón a que eso es lo que tenemos, agua, agua en: dos mares con 2.952 kilómetros de costa; 92´886.00 hectáreas de área marina; 2´600.000 hectáreas de lagos y lagunas; 120.000 cauces de ríos; aún nos quedan páramos y selva húmeda y, como si fuera poco, llueve en promedio 1.600 milímetros al año. Agua más que suficiente para cultivar, si tomamos como referencia a Israel que cultiva con 60 milímetros al año.

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Según el censo oficial de 1995, el país cuenta con 2´793.000 predios rurales; el 82%, es decir, 2´299.890, son menores a una Unidad Agrícola Familiar -UAF.

Once millones de campesinos colombianos tienen tierra, sol todo el año, buenos suelos, abundante agua, sabiduría rural y manos expertas. Estos podrían tener resuelto el problema fundamental de la comida, si siembran para comer y siembran para vender.

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