Pensando Pensamientos Bea pues (64)

Hoy “Pensando pensamientos” se llama: Bea Pues. Y no crean que se me olvidó la ortografía: el “Bea” es por Beatriz y “Pues” por lo caldense. Ya verán…

En una escuela pública en Washington, hace pocos días, tuve la fortuna de escuchar los elogios que la multinacional Dole le hiciera a una colombiana, de quien dijo que había logrado cambiar la cultura alimentaria de los niños de ese país.

Resulta que esa colombiana había migrado veinticinco años atrás a Estados Unidos en busca de su destino, y a fe que lo logró. Empezó como la mayoría de los extranjeros: lavando platos y pelando papas, pero esta colombiana tenía claro que su destino estaba en la cocina, ayudando a cambiar los hábitos alimentarios de los migrantes pobres.

Por eso, siempre ha trabajado con comunidades afro, orientales y latinas, en escuelas públicas, en restaurantes escolares y en organismos no gubernamentales (ONG), vinculados al tema de la alimentación saludable.

Porque siempre tuvo claro su destino, hoy es la directora de Nutrición y Alimentación de Centro Nía, una ONG dedicada a ayudar a hijos de migrantes en la ciudad de Washington.

Por tener claro su destino, fue invitada con otros cincuenta chefs a la Casa Blanca, y está postulada al premio oro con distinción que entrega la Secretaría de Agricultura de Estados Unidos, a aquellas personas o instituciones que se destacan por sus propuestas en bien de la comunidad.

Ésta orgullosa colombiana, en su discurso en ese homenaje, dijo que todo su fervor y dedicación por la comida lo había heredado de su madre Alicia, otra colombiana que con mucho fervor y dedicación, pudo inventar la manera cómo alimentar adecuadamente los trece hijos que tuvo en 17 años.

Como colombiano me siento orgulloso de Beatriz Elena, mi hermana, quien con su labor no sólo hace una gran obra, sino además porque mantiene vivo el legado de nuestra madre.

En nombre de todos los colombianos y latinoamericanos, ¡Gracias Beatriz Elena!

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