Por qué no se pregunta ¿cuánto cuesta conducir el agua del campo a la ciudad, de la ciudad al barrio? ¿Cuánto cuesta conducirla al piso dónde vives? También pregúntese ¿cuánto vale tratar el agua? ¿Cuánto cuesta facturarla y cuánto cuesta cobrar esa factura?

La verdad no sabemos, ni vamos a averiguarlo y menos contratar un estudio para que dos expertos digan que vale cincuenta o que vale cien. Lo claro es que cada litro de agua que sale por nuestro grifo cuesta y lo otro claro es que es agua tratada.

Es tratada para evitar problemas de salud, para que la podamos consumir, pero consumir en el sentido de poderla tomar y que podamos preparar los alimentos con ella.

Primero aclaremos el significado que le da la Real Academia a la palabra consumir: del latín “consumere”: 1. Destruir, extinguir. 2. Utilizar algún comestible para su sustento.

Por lo visto, le damos más y mejor utilización a la definición de destruir y de extinguir, y sobre todo a extinguir, porque eso es lo que estamos logrando, con el uso irracional que le estamos dando al agua.

El agua no se trata para que nos bañemos con ella, otra cosa es que nos tengamos que bañar con agua tratada, porque no la separan de la del consumo alimentario.

Sí la tratan para que la podamos consumir, entonces por qué lavamos con ella el carro, por qué bañamos con ella el perro, por qué lavamos el patio y regamos el jardín con el agua tratada. O es que nuestro carro es tan fino que ¿tiene que lavarse con agua tratada?

Acaso no nos damos cuenta que mientras unos desperdiciamos el agua tratada, los habitantes de los barrios marginales no tienen agua y la que usan es de todo menos potable. Acaso no nos damos cuenta que cuando despilfarramos agua tratada, un niño pobre se muere por problemas de salud asociados con el agua no tratada que tienen que consumir.

Queremos conocer el primer alcalde que adopte una nueva aplicación del agua lluvia, en un país donde llueve lo suficiente para tener en las ciudades un acueducto paralelo de aguas llovidas no tratadas, para usarlas con los carros, los perros y en los antejardines.

Si el agua es tratada por que no la tratamos bien. Acaso nos especializamos en tratar mal, lo que tanto bien nos hace y nos presta.

Tratemos bien el agua tratada, que como la estamos tratando, simplemente estamos “mal tratando” a los más pobres de este país.