Todos los días la carne sube de precio y todos los días nos dicen que es muy importante para lograr una dieta nutritiva y balanceada.

Pensando pensamientos alrededor del tema, nos enteramos de que la Corporación Autónoma Regional del Risaralda —CARDER— decidió impulsar los zoos criaderos, como una alternativa económica para la región y una buena forma de producir proteína animal en pequeñas áreas.

Las razones son muchas y tienen que ver con la biodiversidad de animales que tiene el país, que producen carne culturalmente comestible desde épocas remotas.

Estamos hablando de zoo criaderos de tortugas como las del género Podocnemis, que en zoo cría pueden producir 25.000 kg de carne por ha, 400 veces más carne que la que produce la ganadería de la Amazonia. La iguana verde (Iguana iguana Linneo) que comían hace 7.000 años nuestros antepasados, hoy es una exquisitez en la cocina moderna. La iguana produce 10 veces más carne que la que produce la ganadería de la Orinoquia.

Estamos hablando también del chigüiro, jerre jerre, mulito o siete sabores (Hydrochaeris hydrochaeris), cuya carne tiene el 29% de proteína; la danta (Tapirus terrestris) que llega a medir 2 metros y puede pesar hasta 250 kg; el agutí o picure o ñeque (Dagyprocta puncata); el pecarí o puerco saíno (Pecari tajatu); la paca o guagua (Agouti paca); la tortuga hicotea (Trachemys scripta callirostris), entre otras muchas fuentes de proteínas que tenemos.

Es hora de que pensemos para qué nos sirve tanta riqueza en biodiversidad si no la aprovechamos racionalmente, y permitimos que nuestros hijos crezcan con serias deficiencias por falta de una completa alimentación, o lo que es más grave, se mueran por desnutrición.

Invitamos al Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial a que ajuste las normas que hacen referencia a la zoo cría, de manera que las corporaciones ambientales, siguiendo el ejemplo de la CARDER, impulsen y faciliten la creación de zoo criaderos económicamente rentables y ambientalmente sostenibles.