Consejos para sacarle el mejor rendimiento a tu CDT
¿Quieres sacarle el mejor rendimiento a tu CDT? Imagina que en lugar de que tu dinero se quedé quieto en una cuenta de ahorros generando casi nada, comience a trabajar por ti. Eso es, en esencia, lo que es un CDT. Pero claro, no puedes simplemente abrirte y quedarte sentado esperando.
Si realmente quieres que valga la pena, hay cierta información que debes de tener en cuenta. Es por esto que queremos compartir contigo una serie deconsejosque creemos que te pueden ser de mucha ayuda. Vamos a compartir contigo unos trucos y consejos que realmente pueden terminar marcando la diferencia entre recibir un rendimiento modesto y uno que realmente valga la pena.
¿Qué es un CDT y por qué deberías tener uno?
Antes de meternos de lleno en los consejos, vale la pena entender bien qué es un CDT. En realidad, se trata de un Certificado de Depósito a Término (CDT), que es un producto financiero donde depositas una cantidad de dinero durante un plazo determinado y, a cambio, recibes unos intereses previamente pactados.
Es decir, sabes exactamente cuánto vas a ganar desde el primer momento, y eso da mucha tranquilidad. Pero sin duda alguna lo mejor del CDT es que no está sujeto a las fluctuaciones del mercado, por lo que no hay sorpresas ni sobresaltos. Inviertes, esperas el tiempo acordado y al final recibes tu capital más los intereses. Ideal para quienes buscan seguridad y planificación.

Los mejores consejos para sacarle el mejor rendimiento a tu CDT
Pero, ¿sabías que no todos los CDT son iguales? ¿Que puedes perder oportunidades por no elegir el plazo adecuado, o por no comparar bien las tasas? Bueno, pues veamos algunos consejos que te serán de gran ayuda para evitar errores comunes y mejorar tus resultados:
Elige el plazo con estrategia
Uno de los errores más frecuentes es abrir un CDT sin pensar bien en el plazo. Y es que esto no es algo que se pueda dejar al azar. Generalmente, los CDT a mayor plazo ofrecen una mejor rentabilidad. Pero también significan que no podrás tocar ese dinero por más tiempo.
Aquí lo clave es preguntarte: ¿cuándo necesitaré este dinero? ¿Estoy dispuesto a dejarlo quieto por 3 meses, 6 meses, un año o más? Por ejemplo, si estás ahorrando para pagar la matrícula de tu hijo en seis meses, no tiene sentido que pongas ese dinero en un CDT a un año. Pero si es un dinero que no necesitas de inmediato, un plazo largo puede ser la mejor decisión.
Además, hay una técnica muy útil llamada “escalonamiento”, que consiste en abrir varios CDT con diferentes plazos. Así, puedes tener rendimientos a corto, mediano y largo plazo, y siempre tendrás algún dinero liberándose cada cierto tiempo.
Compara antes de invertir
Puede sonar obvio, pero muchas personas aceptan la primera tasa que les ofrecen sin mirar otras opciones. Y esto es un grave error. Las tasas de interés de los CDT pueden variar muchísimo de una entidad a otra.
Tomarte un rato para comparar puede significar cientos de miles de pesos más en tus bolsillos al final del período. Hay plataformas online que te permiten comparar fácilmente, pero también puedes consultar directamente en las páginas oficiales o con asesores financieros.
Recuerda que, aunque parezca poca la diferencia entre una tasa del 9% y otra del 10%, en inversiones grandes o a largo plazo ese 1% puede ser más significativo de lo que imaginas.
Reinvierte los rendimientos
Cuando vence tu CDT, puedes retirar el capital y los intereses… o puedes reinvertir. Aquí está la clave de la rentabilidad a largo plazo: el interés compuesto.
Si cada vez que tu CDT vence reinviertes el total, es decir, capital más intereses, estarás haciendo que tu dinero crezca como una bola de nieve. En lugar de ganar siempre lo mismo, cada nuevo CDT se abre con un monto mayor y, por tanto, genera más intereses.
Este hábito puede convertirse en una poderosa estrategia de ahorro e inversión, sobre todo si eres disciplinado y no tocas ese dinero salvo en caso de necesidad real.
Alinea tu inversión con tus metas
El CDT no debería ser un fin en sí mismo, sino que debe ser visto como un medio para lograr algo, como puede ser comprar una casa, pagar estudios, viajar, tener un fondo de emergencia, o simplemente hacer crecer tus ahorros. Cuando tienes claro el objetivo, puedes tomar decisiones más acertadas.
Si tu meta es a corto plazo, prioriza plazos más cortos. Si es a mediano o largo plazo, puedes permitirte un CDT de 12 meses o más, aprovechando mejores tasas de interés.
Además, cuando vinculas tu inversión a una meta concreta, es más fácil mantener la motivación y resistir la tentación de retirar el dinero antes de tiempo.
Usa los CDT como respaldo en otros procesos
Mucha gente piensa que el único uso de un CDT es el ahorro, pero en realidad tiene más funciones. Por ejemplo, pueden servir como garantía en trámites de arriendos, licitaciones, e incluso como respaldo en créditos o procesos legales.
¿Por qué? Porque son considerados activos líquidos de bajo riesgo, lo que los hace atractivos para bancos, arrendadores y otros actores del sistema financiero.
Así que, si en algún momento necesitas presentar una garantía, un CDT puede ser tu mejor carta, evitando que tengas que endeudarte o comprometer otros bienes.
No caigas en la tentación del retiro anticipado
No por ser nuestro último consejo es el menos importante, ya que en realidad es un consejo bastante crucial. Un CDT funciona bajo la condición de que el dinero se mantenga intacto hasta la fecha pactada, por lo que romper ese acuerdo puede salir caro.
Algunas entidades permiten el retiro anticipado, pero casi siempre con penalización, ya sea en forma de pérdida de intereses o de cargos administrativos. Por eso, antes de abrir un CDT, asegúrate de que no vas a necesitar ese dinero durante el plazo elegido.
Si crees que podrías necesitarlo, quizás te convenga dejar una parte fuera del CDT y guardar ese “colchón” en una cuenta de fácil acceso.
Un CDT bien usado puede ser tu mejor aliado financiero
No se trata simplemente de abrir un CDT y olvidarte de él, el truco está en hacerlo con intención, con estrategia, y con metas claras. Si eliges el plazo adecuado, comparas tasas, reinviertes los intereses y estás atento a otras formas de uso, estarás sacándole el mejor provecho posible.
Y lo más importante es que estás desarrollando un hábito de ahorro e inversión que puede transformar tu relación con el dinero.
Así que ya lo sabes, si tienes algo de dinero ahorrado y estás buscando una forma segura y rentable de hacerlo crecer, el CDT es una excelente opción. Pero no cualquiera. Elige bien, planifica, y conviértelo en un verdadero aliado financiero.