Más Allá del Firewall: Por Qué la Resiliencia Operativa es la Nueva Ciberseguridad para las Empresas Críticas en Chile

Por años, la ciberseguridad se construyó sobre una metáfora poderosa: la de la fortaleza inexpugnable. Tu empresa era el castillo, el firewall era la gran muralla y cualquier amenaza era repelida en los límites. Esta imagen dio una falsa sensación de control.
Hoy, esa fortaleza se ha derrumbado. La realidad es que con amenazas como el ransomware y los ataques a la cadena de suministro, la pregunta crítica ya no es si tu perímetro será violado, sino cuándo ocurrirá.
Este artículo explica por qué el foco estratégico debe cambiar radicalmente: de buscar una «prevención perfecta» (imposible) a construir resiliencia operativa. Esta es la única estrategia viable para que las empresas críticas en Chile no solo sobrevivan a un ataque, sino que garanticen su continuidad operacional y cumplan con el nuevo escenario regulatorio.
Las grietas en la muralla: 3 razones por las que el firewall ya no basta
Confiar solo en un firewall para tu ciberseguridad es como confiar en un candado oxidado para proteger tu casa. La metáfora del «castillo y la muralla» se ha vuelto obsoleta, y estas son las tres grietas que la han derrumbado:
1. El perímetro se ha disuelto: la muralla se desvaneció
Tu red ya no está dentro de cuatro paredes. Con el trabajo remoto, el uso masivo de servicios en la nube (IaaS, SaaS) y la explosión de dispositivos IoT, el concepto de un límite de red claro simplemente se esfumó.
Tus datos están en todas partes y tus empleados acceden desde cualquier lugar. ¿Dónde pondrías exactamente la muralla? Ya no existe un perímetro único que defender.
2. El enemigo ya está adentro: la amenaza interna
Las amenazas más dañinas no siempre vienen de un hacker anónimo en el extranjero. A menudo, se originan dentro de tu organización. Un empleado que, sin malas intenciones, hace clic en un link de phishing. O un actor malicioso que ya tiene credenciales legítimas.
El firewall, diseñado para bloquear entradas, es completamente ciego a las amenazas que ya han traspasado la puerta y se mueven lateralmente por tus sistemas.
3. La cadena de suministro es tu nuevo perímetro: el eslabón débil
Tu seguridad es tan fuerte como el proveedor más vulnerable en tu cadena. Un ciberataque a un socio de software, un proveedor de logística o cualquier otro tercero puede ser el caballo de Troya que les dé a los atacantes acceso directo y privilegiado a tus sistemas.
No importa qué tan alta sea tu muralla; si el enemigo entra por la puerta trasera de tu proveedor, tus defensas perimetrales son inútiles.
Resiliencia operativa: construir para soportar el sismo, no para detenerlo
Frente a la obsolescencia del modelo del castillo, emerge un nuevo paradigma: la resiliencia operativa. En términos de negocio, esto se define como la capacidad de una organización para anticipar, resistir, recuperarse y adaptarse a incidentes que afectan sus operaciones críticas.
La mejor analogía para entenderlo es local y poderosa: el edificio antisísmico. En Chile, ningún ingeniero serio intenta construir un muro lo suficientemente rígido para «detener» un terremoto. Sabemos que es imposible.
En su lugar, diseñamos estructuras con disipadores de energía y fundaciones flexibles que están hechas para absorber el impacto, balancearse con la fuerza y mantenerse en pie. El objetivo no es evitar el terremoto, sino asegurar que el edificio siga funcional y que la gente dentro esté a salvo.
La ciberseguridad moderna debe operar bajo el mismo principio. En lugar de gastar todos los recursos en intentar construir un muro impenetrable (que inevitablemente se caerá), debemos invertir en diseñar sistemas que puedan absorber el golpe de un ciberataque, seguir operando con capacidades degradadas y recuperarse rápidamente a un estado normal.
Esto requiere un cambio de mentalidad fundamental para el directorio y la alta gerencia: el objetivo ya no es la invulnerabilidad (una meta imposible y costosa), sino garantizar la continuidad del negocio a toda costa. Es aceptar que los ataques ocurrirán y enfocarse en lo que realmente importa: que tu empresa pueda aguantar el golpe y seguir funcionando.
Los 3 pilares prácticos de una estrategia de resiliencia
La resiliencia operativa no es un concepto abstracto. Se construye sobre tres pilares prácticos y accionables que, juntos, forman un ciclo continuo de fortalecimiento.
1. Anticipar y proteger (inteligencia proactiva)
Este pilar va mucho más allá de instalar parches y firewalls. Se trata de adoptar la mentalidad de un atacante para encontrar y corregir tus puntos débiles antes de que lo hagan ellos. Es inteligencia proactiva aplicada. Esto se logra con:
- Ethical hacking (pentesting): Contratar hackers «buenos» para que intenten violar tus sistemas y así descubrir brechas que tus defensas automáticas pasan por alto.
- Análisis Continuo de Vulnerabilidades: No basta con escanear ocasionalmente; se necesita un proceso constante para identificar y priorizar la remediación de fallas en tu infraestructura y aplicaciones.
- Gobernanza de riesgos (GRC): Establecer un marco formal para identificar, evaluar y gestionar los riesgos cibernéticos, alineando la seguridad con los objetivos del negocio y los requisitos legales como la Ley 21.663.
2. Detectar y responder (visibilidad y rapidez)
Asumes que un atacante logrará entrar. La pregunta clave es: ¿qué tan rápido puedes detectarlo y neutralizarlo? La velocidad lo es todo, especialmente bajo los plazos perentorios de la nueva ley. Este pilar se basa en:
- Observabilidad Profunda: Tener una visibilidad total de lo que ocurre en tus sistemas, correlacionando logs, métricas y trazas para detectar comportamientos anómalos sutiles que delatan una intrusión.
- Plan de Respuesta a Incidentes Probado y Ensayado: Un protocolo claro, con roles definidos y comunicaciones establecidas, que te permita contener una brecha y reportarla a la ANCI en menos de 3 horas. Un plan que no se ejercita regularmente es solo un documento olvidado.
3. Recuperar y adaptar (continuidad y aprendizaje)
Aquí es donde se demuestra la verdadera resiliencia. No se trata solo de sobrevivir al ataque, sino de recuperarse rápidamente y salir más fuerte. Este pilar asegura la continuidad del negocio y cierra el ciclo de mejora:
- Plan de Recuperación ante Desastres (DRP): Tener sistemas redundantes, backups inalterables y procedimientos claros para restaurar operaciones críticas en el menor tiempo posible, minimizando el downtime.
- Análisis Post-Incidente y Mejora Continua: Después de cualquier evento, realizar una revisión exhaustiva para aprender qué salió bien, qué salió mal y cómo mejorar los procesos, las herramientas y la capacitación. Un incidente es una lección invaluable; ignorarlo es un error estratégico.
El contexto chileno: cuando la resiliencia se convierte en ley
La Ley 21.663 o Ley Marco de Ciberseguridad es el catalizador definitivo que hace que este cambio de paradigma deje de ser una opción estratégica para convertirse en una obligación legal. Esta normativa no se enfoca en exigir firewalls más altos; su foco está puesto directamente en los pilares de la resiliencia operativa: la gestión robusta de incidentes, los planes de continuidad y la responsabilidad directa del directorio.
Este nuevo escenario regulatorio exige un socio que no solo entienda de tecnología, sino que domine el complejo panorama normativo y de riesgos de Chile. La experiencia de empresas como Netprovider demuestra que alinear la estrategia de resiliencia con los requisitos de la ANCI es ahora una prioridad de directorio, no una mera tarea técnica de TI.
Para los sectores definidos como Prestadores de Servicios Esenciales (PSE) y potenciales Operadores de Importancia Vital (OIV), la resiliencia operativa ya no es un concepto abstracto. Es, literalmente, su licencia para operar. Cumplir con la ley significa demostrar ante el Estado la capacidad de anticipar, resistir y recuperarse de un incidente de ciberseguridad, garantizando la prestación continua de servicios críticos para el país.
Conclusión: su próxima ventaja competitiva es su capacidad de adaptación
La ciberseguridad moderna ha dejado de ser una carrera armamentista para ver quién tiene la muralla más alta. Ahora es una prueba de agilidad, inteligencia y resiliencia. En un entorno donde los ataques son inevitables, su capacidad para anticiparse, responder con velocidad y recuperarse sin mayores daños se convierte en la ventaja competitiva definitiva.
La resiliencia operativa no se compra en una caja; se construye mediante una estrategia integral que integra personas, procesos y tecnología.