Por: Fabio Cardona Muñoz
Hasta cuándo algunos profesores transitorios seguirán creyendo las mentiras que reiteradamente el Consejo Académico les hace con sus resoluciones confusas que logran crear falsas expectativas de pagos?. Son tantos los casos que considera la resolución 2588 que a la final la conclusión es que los profesores deben reponer las horas de clase no dictadas durante el paro estudiantil y lo que el Consejo Académico hace es facilitarles la terminación de los cursos extendiendo oficialmente el calendario académico, unos hasta el 22 de diciembre y a otros hasta marzo, pero los pagos para estas extensiones no están bien establecidos, es más, en su artículo sexto dice: “lo correspondiente al periodo adicional del 2012 queda sujeto a que se hagan las apropiaciones presupuestales que se requieran”. El presupuesto de 2012 fue aprobado en la pasada reunión del Consejo Superior y en él no se incluyó ningún rubro con destinación a cubrir los costos del paro estudiantil. Si hubiera una real voluntad para pagar las semanas requeridas para la terminación del semestre en el mes de enero, haría lo mismo que en la Universidad Distrital que PIDIO una adición presupuestal y le fue otorgada, por 2.026 millones de pesos para el pago a los profesores transitorios sin ningún condicionamiento, de las siete semanas que duró el paro en esa institución. Otras universidades han hecho similares procedimientos con un sentido mucho más universitario y no como si esta fuera un bien privado de la rectoría y su combo de incondicionales.
Es legítimo que los profesores hayamos decidido elaborar un pliego de peticiones a la universidad que contempla dos gruesos temas: Las contrataciones de docentes transitorios (Duración del contrato de 11 meses, protección del mismo ante eventos ajenos a la voluntad de los profesores, etc.) y el rescate de la democracia vulnerada sistemáticamente por las continuas reformas a los estatutos general y docente.
Los profesores tenemos que recoger la enseñanza que una vez más nos dan los estudiantes quienes mediante la unidad y la movilización, han mostrado que sí se puede la conquista y el rescate de nuestros derechos. Bajar la cabeza y justificar permanentemente las arbitrariedades de la administración no permite la dignificación de un profesional de la docencia. Más bien parece que quienes están conformes con este estado de cosas creen tener AMOS en lugar de jefes. Olvidan que existen normatividades para hacer respetuosas las relaciones laborales, fundamentales para el buen desempeño en lo académico y en lo personal. Quiero recordarle a estos compañeros que somos trabajadores de la educación y no esclavos de la Hacienda la Julita, que tenemos derecho a mirar a nuestro jefe y, si es del caso, cuestionar su gestión sin recibir por ello latigazos. Estamos en el año 2011 y no en los años1600.
El profesor transitorio “que quiere tanto a la Universidad“ pero que para manifestar su cariño tiene que ocultarse como un novio odiado por sus suegros o como un leproso y que relaciona tantas cualidades exigidas a quienes se atreven a criticar a la administración, debe ser un GENIO, pero por su anonimato, ha privado a la comunidad universitaria de la posibilidad de consultarlo como el más connotado Oráculo, fuente Suprema del Saber y del Conocimiento. A ese anónimo transitorio le quiero decir que la universidad no surge de repente y mucho menos cuando llega a su dirección el actual rector. La Universidad Tecnológica y la organización gremial del profesorado, ASPU tienen una larga historia de logros, luchas y conquistas que algunos aún disfrutamos hoy, pero que lastimosamente con personas como usted, no se hubiera conseguido ni una centésima parte de ellas, porque ni siquiera es capaz de mirar a los ojos al amo por temor al castigo en el cepo y a los latigazos, ni dar la cara a quienes tanto descalifica. Su estilo, típico del Uribismo, es el de desinformar para confundir a quienes no tuvieron la oportunidad de conocer los detalles de las peticiones de esta organización a favor de los docentes transitorios. Siempre ASPU pidió que fueran vinculados de planta o al menos en condiciones que los blindaran de la politiquería, de las recomendaciones de los directorios políticos y de los caprichos de los jefes de turno. Siempre pedimos que se les benefiara con comisiones de estudio a TODOS y que no se premiara solo a quienes mostraran el más alto grado de incondicionalidad, como sucede en este momento.
También quiero informarle, al transitorio que tanto quiere a la universidad, que un plebiscito es, en lo fundamental, una consulta de opinión en una población especifica y que si tuviera un mínimo de conocimiento de estadística sabría que 4200 es una Supermuestra para un universo de 17000 personas. Es mucho más que OCHO para la misma población con la que se eligió el rector. Y que los que no votaron no necesariamente apoyan la elección del señor rector, esto lo sabe el más desprevenido ciudadano. Y en lo que si me uno a usted es para gritar Viva la Universidad TECNOLOGICA, pero la universidad pública. La universidad sin la actual represiva administración. Que viva sin la intimidación ejercida sobre los docentes por los directivos de turno. Que viva sin personajes SINIESTROS como usted que se esconden en el anonimato para difamar las tareas democráticas de una organización que ha defendido desde siempre a los docentes de todo tipo de atropellos y para poner en entre dicho la honorabilidad y profesionalismo de algunos docentes. Esta es la universidad que quiero que perdure, que viva. Donde nos podamos expresar libremente sin temor a las represiones que hoy se ejercen sobre quienes lo hacen. No más ENCAPUCHADOS de la palabra escrita. Fuera. Fuera. Fuera.