¿Qué derechos reclaman las trabajadoras sexuales en Bogotá?

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La prostitución es una actividad que ejercen miles de mujeres en Colombia y en todos los países del mundo. Tan solo en Bogotá, se estima que hay más de 23.000 trabajadoras sexuales, las cuales ofrecen sus servicios ya sea en las calles, establecimientos o de manera independiente.

A pesar de ser un trabajo legalizado en Colombia, sigue siendo estigmatizado y mal visto por muchas otras personas, tanto así que la mayoría de mujeres se sienten perseguidas y en peligro cada vez que ofrecen un servicio.

Además de todos los riesgos que se derivan de esta actividad, como enfermedades de transmisión sexual y violencia de género, las trabajadoras sexuales lidian con el maltrato policial, la inseguridad, y la falta de prestaciones sociales.

A diferencia de cualquier otra mujer que ejerce un oficio remunerado, a las trabajadoras sexuales también se les están violando y el gobierno no pareciera interesado en estos; al contrario, se está llevando a cabo un proyecto de ley (065 de 2017) que busca multar a las personas que soliciten servicios sexuales, lo cual agravaría el problema en vez de darle una solución.

El problema con este proyecto es que, de aprobarlo, lo único que haría es volver a la prostitución una actividad clandestina y escondida, donde sería aún más fácil violar los derechos de las mujeres. Este experimento ya se ha llevado a cabo en países como Suecia donde no tuvo buenos resultados, ¿para qué repetir los mismos errores?

Además, las trabajadoras sexuales se preguntan cómo harían el control de tal actividad. ¿Habría más policías en las calles? ¿Los policías se acercarían lo suficiente como para escuchar las negociaciones? ¿Se llevarían a todas las chicas que parezcan prepagos? En realidad, no está claro su funcionamiento, y, sin embargo, el proyecto no se ha caído y sigue siendo estudiado.

Teniendo en cuenta esta situación, surge un agravante más y es el maltrato policial. Según la ONG Parces, el 62% de las prostitutas de la capital del país aseguran haber sido maltratadas por la policía o por los mismos clientes. Por esto, las mujeres no se sienten seguras, ya que muchas veces los policías las retienen sin prueba alguna, destruyen sus documentos o les piden dinero, es decir, las extorsionan.

Lo que piden las trabajadoras sexuales son derechos que cualquier ser humano debe tener. Existen varias organizaciones que luchan por dichas mujeres, entre estas, la Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica (RedTraSex) y la Asociación de Mujeres Buscando Libertad (ASMUBULI); las cuales han creado un documento donde se le exige al gobierno derechos básicos como atención médica, vivienda digna, créditos bancarios y seguridad.

Campañas de concientización son necesarias, sobre todo entre las personas que se suponen las deben proteger, es decir, los policías, para que las respeten y cuiden. La estigmatización del trabajo sexual debe terminar, dando fin a los prejuicios y generando un cambio de mentalidad en toda la sociedad para que estas mujeres dejen de ser rechazadas por el gobierno y las empiecen a ver como cualquier otra persona trabajadora.

Andrés F. V.
Hola soy Andrés, un apasionado por la escritura. Redactor y editor de diverso contenido digital para medios y agencias de comunicación, revistas especializadas, páginas web, blogs empresariales y pequeños emprendedores que quieren hacer visibles sus negocios en internet.

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