Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma.
Y uno aprende… que el amor no significa recostarse,
Y una compañía no significa seguridad.
Y uno empieza a aprender…
que los besos nos son contratos,
y los regalos no son promesas.
Y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes…
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo… uno aprende que si es demasiado
Hasta el calorcito del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma,
En lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale.
Y uno aprende y aprende…
Y con cada adiós uno aprende
J. L. Borges
Alguién muy especial me compartió este poema, llegó en el momento mas indicado, espero que lo interioricen!!
espectacular….
Que buen poema…
Eso es la vida, caerse para aprender a levantarse… ¿Cuántos raspones caben en la gran superficie de nuestra alma?
Y uno aprende y aprende… 🙂
es cierto juan eso es la vida! y cuando no aprendemos es bueno contar con personitas que nos recuerden que hay que aprender y dejar que el tiempo haga lo suyo! GRACIAS POR EL COMENTARIO!!
Este nuevo medio para comunicarnos me ha recibido con la grata sorpresa de unas bonitas y razonables lineas de Borges. Gracias Eliana por compartirlas con nosotros, estaremos en contacto.
Héctor, me alegra mucho que te guste, y espero ver tu blog pronto, besos!